Soy Martín Martínez, creador de esta empresa que nace del apego a la tierra, la felicidad que me produce hacer disfrutar a los demás y el gusto por conocer a las personas que nos visitan.
En este pequeño proyecto familiar esta implicado mi hermano Juan Lucas, titulado capitan y apasionado viticultor, nuestro padre Jose Antonio (83) que aun nos ayuda en el cultivo de las viñas y mi pareja Graciela, la persona que pone el gusto en la Bodega Ecosacra.
Mis padres siguieron la profesión de los abuelos, una agricultura multisectorial, actividad de subsistencia en la Galicia rural en ese entonces.
De mi madre, sin duda, heredamos esa forma de ser tan gallega, basada en la hospitalidad, en agradar al visitante, con la consiguiente satisfacción que produce en el visitado.
De mi padre, pongo en valor sobre todo la constancia y el trabajo, quizás no he conocido ninguna persona más trabajadora, salvo su hermana Fina, sin duda nos viene de familia.
Cuando te crías entre viñas y vacas en una pequeña aldea de esta Ribeira Sacra, es habitual sentir a los vecinos como si fueran de la propia familia. De esta tierra recuerdo una infancia que pasa despacio, que permite sentir plenamente cada estación, festividad o acontecimiento por pequeño que sea; un ambiente sano y saludable. De aquí se forja una forma de ser que te acompañará toda la vida y llevamos muchas personas de esta parte de Galicia dentro de nosotros.