12 / Abril / 2022
Si os gusta el enoturismo y queréis saborear el territorio, sentir y oler estos viñedos, os proponemos un paseo por las laderas del río Asma, en su desembocadura al río Miño. Como complemento, un recorrido en catamarán por el río Miño para ver estos viñedos de larga tradición en su entorno y paisaje.
Viñedos en la ribera del Miño
José Luis Fernández Pedreira y Héctor Ferreiro Abelairas, dos ribeiraos unidos por lazos familiares, se propusieron hace ya más de cinco años recuperar las fincas de propiedad de sus antepasados, con variedades autóctonas de uva, y la aspiración de hacer sobre todo un vino de calidad. Así nació la bodega Castrofiz, integrada en la Denominación de Origen Ribeira Sacra y también en el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica (CRAEGA).
“Confiamos en lo autóctono, creemos en estas variedades de uva”, nos cuenta Héctor. Como forestal de profesión y apasionado de la tierra en la que participó de estos cultivos desde niño, en su entorno familiar, cree que el vino hay que degustarlo en su propio paisaje. De este modo el enoturista recuerda un sabor, un olor y una experiencia cromática y territorial.
Un paisaje de viticultura heroica
Merenzao, brancellao, sousón o caíño tinto para los tintos, o godello, treixadura y blanco legítimo para los blancos, conforman algunas variedades que esta bodega cultiva en terrenos de una pendiente que va de los 25 a los 75%.
Con el esfuerzo que conllevan estos cultivos de viticultura heroica en las riberas del Miño, los trabajadores de esta bodega vendimian y trabajan manualmente, y tratando solo puntualmente algunas zonas, siguiendo una tradición aprendida de generación en generación.
“Nuestra previsión es llegar a recolectar unos 40.000 kg de uva, y mejorar en calidad y no en cantidad”. En Castrofiz, cuyos viñedos se escalonan en torno al Castro da Ribada, quieren hacer sobre todo un vino de calidad, a un precio que cubra el esfuerzo de un producto como este.
Actualmente, sus vinos llegan a Santiago, Vigo, A Coruña o Ferrol, además de los concellos de la Ribeira Sacra. Y trabajan con previsión de que en breve puedan estar en Barcelona e incluso en Japón.
Tradición, familia y sostenibilidad
El proyecto nació de un encuentro familiar y es fruto del esfuerzo y la cooperación. En 2017 tuvieron su primera cosecha, de las tierras ubicadas en la zona de Castelo (Taboada), San Fiz (Chantada) y el entorno de Belesar en O Saviñao.
Como nos cuenta Héctor Ferreiro “el vino se puso a la venta en 2018 y gustó mucho”. De hecho, obtuvo una medalla de oro en el Mondial des Vins Extremes, el certamen más importante entre los vinos de cultivo en montaña y viticultura heroica.
Enoturismo y catamarán de la Ribeira Sacra
Navegar por estos paisajes, modelados por el esfuerzo humano, es una experiencia increíble si se compagina con degustar algunos de estos vinos en la propia bodega.
En Castrofiz acogen grupos para visitas guiadas previa reserva, lo consideran parte de su trabajo porque creen que un vino que se conoce en el viñedo se recuerda de una manera especial.
Desde su empresa, que da empleo en la zona, sobre todo durante la vendimia, apuestan por la formación sobre el terreno, por aportar valor y sostenibilidad a estos pueblos que salpican las laderas del Miño, y por infraestructuras que hagan más viable trabajar viñedos que son excelentes pero requieren de vías de comunicación más practicables.
Con una producción de vino en gran parte ecológico, y cultivado “como se hizo toda la vida”, creen la calidad se refleja en el precio del producto, y que la futura declaración de Patrimonio de la Humanidad de estas tierras debe ir a la par de que sigan siendo trabajables, fijen población y perpetúen esta tradición vinícola a las generaciones futuras.
INFORMACIÓN Y CONTACTO
BODEGA CASTROFIZ:
adegacastrofiz@gmail.com
664 79 06 68
PASEOS EN BARCO :
reservas@sacraactiva.com
(+34) 982 19 96 56
(+34) 609 80 24 85